Hoy fui a visitar a mi amigo Andrés Santos (el Buzo), quien sufre quebrantos de salud. Estaba recluído en la clínica Integral I, en el Ensanche Ozama, Santo Domingo Este.
Allá conversaba un poco con él y su esposa, la enfermera entra y sale, entra y sale, trae pastillas y le cambia el suero. Momentos antes de marcharme, pues debía trabajar en el turno de la tarde, entra una sra de limpieza, decentemente saluda y empieza a limpiar toda la habitación. Escoba y recogedor en mano barre aquí y barre allá. Al pasar por el baño (el cual tiene la luz apagada), la sra enciende la luz y sigue barriendo. Casi instantáneamente ella le habla a la esposa de mi amigo Andrés y dice: sra, esto debe ser suyo. Un billete de $1,000. Puede parecer poca cosa, pero quien se roba mil, se roba un millón... y quien devuelve mil, devuelve un millón.
Todos nos miramos por un momento, como pensando: "¿Dinero?"... "¿En el suelo?"... "¿Y lo devuelve?". Sabiendo que no son míos, me adelanto y le doy las gracias. Ya que si si ella hubiese querido, entra al baño y tomaba el dinero, ninguno en la habitación se hubiera dado cuenta. La esposa del Buzo los toma y comprobando que eso mismo faltaba en sus bolsillo, agradece el gesto de honradez. Luego le pregunto su nombre y empiezo discretamente a tomarle una foto para blogear esto. Ella me ve y se echa a reír: pero mírenlo, ¿y es una foto?.. Le digo que si, y ella acepta que le tome una fotografía.
Es increíble que alguien con un empleo que apenas sustenta para sobrevivir es mas honrada que el 99% de los políticos y funcionarios de cualquier partido de mi país. Cosas como esta, gestos como este me hacen sentir orgulloso porque aún quedan personas honestas. Así es que se hace patria, así salvamos nuestra sociedad, así dejamos un futuro a nuestra juventud. Esta honradez de Doña Miriam deben ser un ejemplo para todos nosotros, pues quedan pocas personas como ella.
Muchos ejemplos de honradez como este ocurren a diario, pero nadie los valora y pocos lo agradecen. Espero que Doña Miriam siga siendo ejemplo para nosotros, pues ya lo fue para mi, ojalá lo sea para quien lea esto. Cuanto me gustaría que esta publicación se dispersara por muchos medios y llegara a los administradores de esa clínica y se den cuenta de la joya de empleada que tienen.