07/01/2010

A falta de papá... recuerdos


Rebuscando entre papeles me topé con el recordatorio de la muerte de mi papá. Muerte que no me afectó, sino hasta meses después.

Mi cumpleaños 36 fue uno de los más aburridos que he tenido... De un tiempo para acá, mi fiesta es tener a mi esposa, mi hija Laura y mi hija Ely en casa. Para sacar a mi hija Flor de Samaná hay que dar muchas vueltas, ella siempre quiere estar en su campito. La entiendo, la capital nunca le ha gustado ni para visitar. Con mis mujeres me conformo y creo pasarla bien aunque sea viendo TV con ellas en la cama.

Tenerlas cerca me hace sentir importante para alguien, aunque sea por un solo día. Pero fue poco lo que disfruté. El padrastro de Laura me la llevó a casa, pero esta se la pasó en el cuarto chateando, apenas me hizo compañía.

Por motivos de salud, mi hija Ely no pudo ir a casa a visitarme, pero lo que ya mi día importante no lo era tanto. La mesa estaba coja de una pata... Así que entre llamadas perdidas y contestadas, correos, mensajes al celular y demás cosas me pasé ese cumpleaños.

¡Lo que nunca pensé en mi vida, es que me hizo falta mi papá! Ni yo me lo creí, pues es un señor que apenas menciono en mi vida. Por primera vez en mucho tiempo, me puse a "fantasear" de como sería mi vida si mi papá me hubiese criado, si hubiese sido mi ejemplo moral y lo más importante, si me hubiese demostrado cariño. Lamentablemente, no tengo recuerdos para fantasear eso.

Prácticamente me crié sin padre, mis "figuras paternas" fueron mis primos y los esposos de mis tías. Mi papá apenas pasaba por la casa una o dos veces al año. Las escasas veces (repito; muy escasas veces) era llevando algo de dinero para mis gastos. Ir de visita un fin de semana a la casa de mi papá era como un viaje espacial, todo era otro mundo. Algo que hacía dos o tres veces durante algunos años. Recuerdo poco, pero estoy claro de que económicamente no vivía mal.

Recuerdo los tiempos en que ser rockero equivalía a ser satánico. Yo no llegaba a 18 años cuando tuve la "primera conversación de padre a hijo", motivada por mi vestimenta negra, mis intentos de pelo largo y mi "música del diablo". Un día el hombre (obviamente con vaso de romo en mano) llega de visita a la casa, habla unos minutos con mi madre en la sala. Luego me dice; ven, vamos a hablar. Sale a la galería, se fuma casi todo su cigarro de un chupón y mirándome. Me dice: Mi hijo, ¿tú metes droga? Lo miro sorprendido y respondo que no. Luego se pega un trago largo de su romo puro (lleno de ceniza) y me dice: mi hijo, ¿ tú eres maricón? Lo miro más sorprendido y le respondo que no. Me mira, pone su mano en mi hombro y me dice algo (más o menos) como; "bien, sigue así". Sin decir más, dio la espalda, se montó en su auto y se fue. Esa fue mi gran "primera conversación de padre a hijo". (Espero que mi memoria me ayude a llevarme a la tumba todo lo aprendido).

Si mi papá estuviera vivo, estaría dando carpeta, diciéndole a cada joven con falda que ve: Oye linda, vamos a pintarte un muchachito. Así de sencillo era ese señor. Independientemente de como sería mi vida con mi papá vivo, creo que estoy mejor como estoy. Las cosas pasan por un motivo, y si murió antes de los 55 años fue porque no se dejó ayudar ni cuidar. Así que solo recordaré sus poco creíbles historias de cuando vivía en el campo, cuando era militar activo, cuando Balaguer, etc... todas contadas con su eterno olor a romo y cigarro. ¡Y claro, siempre con música de Bob Marley de fondo!

Espero muy sinceramente ser el padre que no tuve, y no cometer los errores que el cometió. La vida da muchas vueltas pero, lo que menos quiero hacer como él, es morir solo (y no me refiero a no tener pareja).

Ese diciembre fue la primera vez que me hizo falta. Por lo que me hago una pregunta: ¿lo extrañé porque nunca estuvo presente o porque murió? Lo veía tan pocas veces en mi vida, que hasta se me hace difícil encontrar la respuesta.