Mi cabeza está llena de poemas sin terminar,
parece el cuento de nunca acabar.
A veces me olvido y los dejo tranquilos,
para tener una vida mientras los termino.
Me emociono cuando la inspiración llega,
y me deprimo cuando por mitad se queda.
Cualquier detalle de mujer me motiva a escribir
una lista de deseos con rima que disfruto fundir.
Nombrar a una dama no es mi objetivo,
son secretos con sus nombres y apellidos.
Muchos cuentan historias que quiero recordar,
otros sueñan fantasías que quisiera realizar.
Solo y solitario, me pasan los años por encima.
Esperando la mujer amada, mi vida se termina.
Media cama sigue vacía, no lo puedo explicar.
Y en mi cabeza quedan poemas sin terminar.